Uno de los grandes retos que tenemos, tanto nativos como inmigrantes digitales, para los años venideros, es ajustar nuestro pensamiento y formas de hacer a la vertiginosa velocidad a la que se producen los cambios.
Por una parte adaptarse a las NNTT es
esencial en un mundo global. Ya no quedamos en un despacho para
desarrollar una idea, lo podemos hacer por videoconferencia o webinar
con la multitud de herramientas colaborativas que han surgido gracias a
la expansión de la web 2.0. Ya no es necesario limitar nuestra actividad
a nuestra ciudad o región, incluso si eres artesano puedes poner tu
producto a la venta en redes de artesania colaborativa como artesanio.com, puedes vender tus camisetas a través de zazzle.es.
Yo tengo clientes con los que me comunico por Skype en Sydney o en
Padua y podemos interactuar y compartir contenidos de TED o hacer una
sesión grupal con hangouts de google. Podemos hacer cursos de
Universidades españolas en miriadax.net o hacer un pedido de verduras a disfrutaverdura.com.
Somos seres gregarios, por la tanto la conectividad, sea por el medio
que sea, es una de las claves que nos hacen más eficientes.
Pero más allá de toda esta interacción
digital que posibilita lo social, está la capacidad de las personas de
mantenerse flexibles mentalmente para afrontar la dinámica que el cambio
exige. Si el movimiento ha de ser fluido y ágil, se precisa de un
entrenamiento en el que se ganen fortalezas y pericia, estar en forma
para poder salir de nuestras respectivas zonas de confort significa
decir que sí con más frecuencia que antes. Decir que sí a propuestas y
retos en los que pongamos a prueba nuestras habilidades, practicar
distintas alternativas para conocer los límites y niveles de eficiencia
con que podemos responder a dichas propuestas. Saber cuáles son nuestra
raíces, valores e identidad y ponerlos al servicio de nuestro
crecimiento como seres humanos en un mundo diverso e inmensamente
abundante y sobre todo colaborativo, pues la fuerza y la cohesión que
aporta el trabajo conjunto es más que la fuerza individual de cada una
de las partes. Es un reto complejo, es una cuestión de conciencia y
hay que establecer unas coordenadas mínimas para movernos en un entorno tan
dinámico.
Existen buenas herramientas de ayuda, podemos retomar ideas como las que propusieron en su día grandes maestros como Kübler-Ross, Krishnamurti, Peter Senge... el libro del I-Ching es una potente ayuda si se sabe decodificar correctamente, también es útil mirar algo del maestro Eckhart Tolle, estar presente con plena conciencia en el aquí y el ahora es un vehículo perfecto para vivir el cambio sin frustraciones ya que nos conduce con serenidad y foco a cada uno de los momentos de cambio que tendremos que experimentar. Además de los maestros universales, técnicas como la meditación o mindfulness pueden ser de gran utilidad para este viaje apasionante hacia futuros inciertos.
Existen buenas herramientas de ayuda, podemos retomar ideas como las que propusieron en su día grandes maestros como Kübler-Ross, Krishnamurti, Peter Senge... el libro del I-Ching es una potente ayuda si se sabe decodificar correctamente, también es útil mirar algo del maestro Eckhart Tolle, estar presente con plena conciencia en el aquí y el ahora es un vehículo perfecto para vivir el cambio sin frustraciones ya que nos conduce con serenidad y foco a cada uno de los momentos de cambio que tendremos que experimentar. Además de los maestros universales, técnicas como la meditación o mindfulness pueden ser de gran utilidad para este viaje apasionante hacia futuros inciertos.
Algo que frena la apertura a la
experiencia es la tendencia a no soltar lo que sabemos que ya no nos
vale. Realmente es una trampa del ego. Hace poco tuve una clienta en un proceso de coaching para revisar
sus opciones en una transición de carrera profesional, surgió el tema de
la ruptura con su pareja (los cambios no suelen venir solos), hacía un
año que había roto con él y se resistía a poner en el contenedor la ropa
que él había dejado a propósito en los maleteros de los armarios !!
decía "¿cómo voy a tirar todas sus cosas? ¿esas botas de esquiar... con
lo monas que son?, tampoco quería dejar atrás su habitual forma de
trabajar con excel y había rechazado un curso para aprender a manejar un
CRM de gestión de clientes. Este ejemplo ilustra muy bien la
posibilidad de abrirse a nuevas ocupaciones laborales o a cualquier
posibilidad en nuestras vidas si no se está dispuesto a soltar, aprender, desaprender y volver a aprender.
Si sincronizamos nuestros ritmos
biológicos con las estaciones, el otoño es un tiempo ideal para hacer
una quema de trastos viejos, de creencias limitantes o hábitos antiguos
que impiden estar con presencia plena en el momento presente. Luego
llegará el invierno en el que proponemos descansar, estar a la tarea que
cada uno tenga entre manos y tener nuestra tierra en barbecho,
abonándola y mulliendo los terruños que han de servir de soporte para el
vergel que podemos ver crecer si hacemos una buena preparación previa.
Un vergel de creatividad, confianza, nuevas propuestas profesionales,
familiares o sociales.
Hacerse fuerte, entrenarse, para
afrontar los cambios venideros, precisa de confianza en nosotros mismos y
en los demás. Los nuevos marcos mentales incluyen conceptos como:
Precio versus valor. Propiedad versus acceso. Empleo versus ocupación.
Ingresos versus contribución. Y estos nuevos conceptos se asimilan mejor
con apertura mental y dejando atrás antiguos esquemas.
Porque lo posible
es mucho más de los nos habían contado. Basta con participar y ser
ciudadanos de nuestro tiempo, identificando, desarrollando y usando esas
grandes capacidades que tal vez estén dormidas, que tal vez haya que
despejar de hojarasca seca.
Proponemos un viaje muy especial para deshacerte de esa hojarasca. SOLTAR PARA FLUIR. Curso de Gestión del Cambio con sostenibilidad para tu bienestar social, familiar y profesional.
"EL CAMBIO en la sociedad es
de importancia secundaria; eso ocurrirá de forma natural e inevitable
cuando, como seres humanos, realicemos ese cambio en nosotros mismos».
Krishnamurti
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